CROQUETAS DE JAMON IBERICO
Receta para aprovechar los restos de jamón obtenidos en mi receta
“CALDO DE HUESOS DE JAMON”.
Ingredientes
- 800 ml de leche entera
- 200 g de caldo-gelatina de jamón (ver receta mencionada)
- 200 g de restos de jamón (ver receta mencionada)
- 100 g de mantequilla (si en la receta mencionada obtuvimos grasa de
jamón ibérico, reemplazar la mitad de la mantequilla por grasa de jamón
ibérico)
- 100 g de harina
- 1 pizca de sal
- 1/2 vaso de agua
Preparación
- Tamizar la harina para evitar que formen grumos
- Echar los restos de jamon en un vaso de picadora y picarlos bien
fino
- Poner en un vaso grande la leche y el caldo-gelatina y calentarlo
(p.e. al microondas) para que el caldo se derrita
- En una sartén grande, poner la mantequilla (y la grasa de jamón
ibérico, si se usa) y poner a fuego medio para que se derrita
- Cuando toda la grasa esté derretida por completo añadir la harina a
la sartén
- Remover bien y sin parar durante unos 10 minutos, para que la harina
se mezcle bien con la grasa y se cueza
- Añadir a la sartén la mezcla templada de caldo y leche, y seguir
removiendo sin parar para que se mezcle todo bien
- Añadir la pizca de sal
- Seguir removiendo durante unos 15-20 minutos hasta que la bechamel
espese
- Cuando vaya espesando, añadir los restos de jamón picados, y mezclar
bien
- Una vez haya espesado la bechamel, la ponemos en un tupper y dejamos
que se enfríe a temperatura ambiente
- Cuando esté a temperatura ambiente, tapamos y metemos al frigo
durante 24 horas para que se ponga sólida del todo
Para la preparación de las croquetas:
- Hacer bolas de masa con una cuchara, y rebozarlas en huevo y pan
rallado.
- Después freir a fuego fuerte en aceite de oliva o girasol hasta que
estén doradas. El aceite debe estar bastante caliente (~170-180º) para
que la croqueta selle rápidamente y no se empape de aceite el
interior.
Ideas
Yo suelo prepararlas, y en vez de freirlas inmediatamente, las pongo
en una tabla y las congelo. Al día siguiente, ya congeladas, las quito
de la tabla y las meto en una bolsa otra vez en el congelador. Así puedo
comer croquetas sueltas cuando me apetezca.